Era un día soleado, Lucrecia se levantaba todos los días a las 5 de la mañana para ir a trabajar. Trabaja de costurera, siempre pasaba por una cafetería y se tomaba un cafe con su tostaditas. Cuando se iba de la cafetería se encuentró con un joven llamado Ron, le sonrío y se fue. Lucrecia era profesora de costura, enseñaba a jóvenes de 13 a 16 años. En un colegio de Sevilla. Ron fue por primera vez al colegio. Ayudar a Lucrecia a enseñar costura. Tiempo después Los jóvenes aprendieron a hacer un cojín a cortar un pantalón, y hacer mantones de todo tipo, como para bailar sevillanas como para ponérselo cuando van a una boda. También hicieron vestidos de novias. Cada alumna cogió de profesión de moda, otros hicieron peluquería. Había en la clase de Lucrecia 2 gemelas que una le gustaba mucho hacer jerseys de punto y la otra le gustaba hacer ganchillo, su abuelita les hací
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